Una época de Revoluciones, grados octavos , semana del 13 al 16 de octubre

 Buenas Noches estudiantes del grado 801 y 802

Profesora : Judith Martinez

Area : Ciencias Sociales

Esta es la semana del 13 al 16 de octubre ya tenemos una nota del trabajo de organismos de control , esta semana envio informacion para el cuaderno y la siguiente semana envio trabajo hasta que no terminemos este tema no podemos evaluar , ustedes van a ver algunas clases de historia pues ya trabajamos Democracia y Geografía , entonces esperamos que nos pueda rendir este corto tiempo favor pasar la información al cuaderno, estudiar y repasar y en la siguiente semana que nos toque yo envío las preguntas para  el logro 2 , muchas gracias 

El trabajo de ética se debe enviar en la semana del 13 al 16 de octubre , gracias

TEMA : EUROPA A FINALES DEL SIGLO XVIII



Portada De La Enciclopedia  que acepto la tolerancia religiosa
obra que no aceptó la Iglesia Catolica




Juan Jacobo Roseau ( 1712-1778)
Revoluciono la Europa del siglo XVIII , con sus ideas .
En su libro " El Contrato Social" , considero que el
gobierno era un acuerdo entre hombres libres e iguales .
 Para él , el pueblo era la fuente d todo poder.

LA ILUSTRACION

A principios del siglo XVIII surgió en Europa un movimiento que se llamo la Ilustración , el cual consideraba que la razón era la forma de ver los fenómenos naturales , analizar los sistemas de gobierno  y construir una mejor sociedad.
Los ilustrados defendieron la igualdad social  y legal , y creían que el progreso era un asunto para todo el mundo.
Los principio de la ilustración fueron











    




La Enciclopedia

Conjunto de 17 volúmenes editados en, París, Francia, entre 1751 y 1772, por Denis  Diderot  y Jean Le Rond  d´Alambert, con el objetivo genérico de difundir las ideas de la Ilustración francesa. De hecho la filosofía que difunde se identifica con el afán de crítica, o de aplicar la «luz» de la razón, a todos los campos del saber, en especial a aquellos en que se pone de manifiesto de forma más directa la concepción político-social y religiosa de la época.

El nombre de enciclopedia no aparece hasta el siglo XVII, pero proyectos de reunir en una sola obra el conjunto del saber los ha habido desde la antigüedad. Pueden considerarse verdaderas enciclopedias la Historia natural de Plinio el Viejo, las Etimologías de san Isidoro, muchas de las obras recopiladoras que se producen en el período de la baja Edad Media, las Sumas de los escolásticos, el Dictionnaire historique et critique de P. Bayle.

La diferencia fundamental entre las enciclopedias antiguas y las modernas está en que aquéllas persiguen conservar los conocimientos de una época y éstas más bien difundirlos; unas y otras, no obstante, mantienen la característica común de la falta de originalidad.

La Enciclopedia francesa del s. XVIII surge casi de forma anecdótica, al aceptar Diderot la traducción del diccionario de Chambers, Cyclopaedia o Universal Dictionary of Art and Sciences (1728), inicialmente confiada a otros, que Diderot comenzó más bien a transformar y reconstruir que simplemente a traducir. Los editores aceptaron la sugerencia de publicar una obra original y así nació el proyecto o Prospecto de la Enciclopedia, en 1750.

Diderot pidió la colaboración de d´Alembert, quien se encargó de redactar el Discurso preliminar. En él d´Alembert presenta la Enciclopedia como un sistema de todos los conocimientos humanos; al ser éstos inabarcables, busca una manera de representarlos en síntesis y, para ello, sigue la clasificación del «árbol del canciller Bacon», que divide la actuación de las facultades intelectuales y fabriles del hombre en facultades de memoria, razón e imaginación. La memoria es la sede de la experiencia o del conocimiento directo (historia); la razón, de la reflexión hecha con el razonamiento (filosofía); la imaginación, de la imitación reflexiva (bellas artes o poesía). Cada uno de estos grandes grupos de ciencias y actividades humanas se subdivide en muchos otros apartados que configuran, en definitiva, el árbol «de las ciencias, de las artes y de los oficios».

El primer volumen aparece en 1751; su publicación se suspenderá en 1752, tras la publicación del segundo volumen, y en 1759, cuando d´Alembert se retira del proyecto y se suprimen los permisos de publicación concedidos. A partir de esta fecha, publicados siete volúmenes, Diderot prosigue solo la edición de diez volúmenes de texto y cuatro de índices hasta 1765 y, posteriormente, cuatro volúmenes más de índices hasta 1772. Colaboran en la obra Rousseau, Voltaire, Duclos, Holbach, Quesnay, Turgot, Toussaint y otros escritores y philosophes ilustrados (hasta un total de 160).

La crítica y hostigamiento contra los prejuicios, la ignorancia y el error, el cuidado en definir y precisar bien los diversos conceptos, el espíritu de defensa de las libertades, el escepticismo derivado de la influencia de P. Bayle y el empirismo inspirado en Locke, concitan una pronta animadversión por parte de jansenistas, jesuitas y diversos centros de opinión y poder.

La Enciclopedia ha sido considerada por la historia como el aparador de las ideas de la ilustración francesa y una de las obras más libres del espíritu humano.

La Enciclopedia se proponía hacer un inventario de lo conocido, y para esto examinarlo todo, removerlo todo sin excepción y sin miramientos; pisotear las viejas puerilidades, derribar los ídolos que la razón desaprobaba; y poner un signo glorioso a los valores modernos.  No contendría nada superfluo, nada anticuado; todo en ella estaría en acción y vivo; ni siquiera se contentaría con explicar y describir; grabados y láminas mostrarían las formas concretas del trabajo incesante que crea la civilización. Esta era la segunda gran ambición de la obra, junto con la exposición metodológica de los conocimientos.

La Enciclopedia se insertaba en un movimiento general que exaltaba y dignificaba las artes mecánicas -la técnica- que los puros pensadores ignoraban o desdeñaban y a los que solo la especulación pura les parecía digna. !Honor a los que contribuyen a la felicidad terrena!. El instrumento de la felicidad sería el progreso material.

El Despotismo Ilustrado

Constituyó una forma de gobierno que trataba de conciliar el absolutismo con las nuevas ideas de la Ilustración, intentando para ello conjugar los intereses de la monarquía con el bienestar de los gobernados. Se desarrolló durante la segunda mitad del siglo XVIII.
El término tiene su origen en la palabra italiana "Déspota", es decir, soberano que gobierna sin sujeción a ley alguna.

Carlos III de España (Madrid, 20 de enero de 1716 — Madrid, 14 de diciembre de 1788). Ampliar imagen
Carlos III de España
Buena parte de los soberanos europeos desarrollaron en mayor o menor medida esta forma de gobernar, utilizando su indiscutible supremacía como herramienta para incentivar la cultura y la mejora de las condiciones de vida de sus súbditos.
Pero al hacerlo, prescindieron de su concurso y opinión. La famosa frase acuñada “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” se hizo eco de una realidad que intentaba aunar la tradición con la novedad. 
Para llevarla a cabo se valieron de una serie de reformas que en cierto modo buscaban modernizar las estructuras económica, administrativa, educativa, judicial y militar de sus respectivos estados.
Sebastião José de Carvalho e Melo, más conocido como Marqués de Pombal o Conde de Oeiras, (Lisboa, 13 de mayo de 1699 - Pombal, Coimbra, 8 de mayo de 1782).  Ministro del rey José I de Portugal. Ampliar imagen
Marqués de Pombal
Zenón de Somodevilla y Bengoechea, marqués de la Ensenada (1702 - 1781). Ministro al servicio de varios reyes de España, entre ellos Carlos III. Ampliar imagen
M. de la Ensenada

Todo ello, sin embargo, respetando la esencia del régimen absolutista y la división estamental de la sociedad. La planificación y puesta en práctica de esas actuaciones recayó sobre una serie de ministros y altos funcionarios de la administración estatal, entre los que destacaron el marqués de Pombal en Portugal, el marqués de la Ensenada en España o Turgot en Francia.

Descollaron los siguientes déspotas:
En España, Carlos III; en Austria, María Teresa y José II; en Prusia, Federico II; en Rusia, Catalina II.

No obstante, la moderna historiografía pone en duda la verdadera intencionalidad reformista de algunos de ellos. Tal es el caso de Catalina de Rusia o Federico el Grande de Prusia.

María Teresa, emperatriz de Austria. 1717-1780. Ampliar imagen
María Teresa de Austria

Federico II (El Grande). Rey de Prusia. Berlín, 24 de enero de 1712 - Sanssouci, 17 de agosto de 1786. Ampliar imagen
Federico II

Anne Robert Jacques Turgot, barón de Laune, más conocido como Turgot (París 10 de mayo de 1727–18 de marzo de 1781). Ministro de Luis XVI de Francia. Ampliar imagen
Turgot
EFrancia, cuna de las revoluciones burguesas, el despotismo ilustrado no alcanzó el relieve que en otros estados europeos, ya que las iniciativas de sus defensores (los ministros Turgot, Necker, Brienenne o Calonne) se toparon con la incomprensión y oposición de los privilegiados a los que las reformas afectaban negativamente.

Las limitaciones del despotismo ilustrado fueron evidentes: obtuvo relativos éxitos en los campos administrativo, educativo y económico. Sin embargo fracasó en el social ya que sus promotores no fueron partidarios de acometer reformas en profundidad que pudiesen alterar las viejas estructuras del Antiguo Régimen.

Este fracaso abrió el camino a posiciones más radicales. A la postre, el intento de modernización del absolutismo se vio frustrado por las revoluciones burguesas, hecho al que se había anticipado Inglaterra en el siglo XVII tras el establecimiento de la monarquía parlamentaria.


Las Revoluciones Políticas del Siglo XVIII

A finales del siglo XVIII se presentaron una serie de revoluciones políticas que cambiaron el antiguo régimen  y consolidaron un nuevo sistema de gobierno llamado republicano. Esas revoluciones fueron:

La Independencia De Las trece Colonias 

 
 

El proceso revolucionario que se gestó en América del Norte (en el litoral del Océano Atlántico) hacia la segunda mitad del siglo XVIII fue encabezado por los habitantes de las 13 colonias inglesas, como respuesta a las medidas políticas y económicas que impuso Jorge III, rey de Inglaterra. Tras diversas acciones de rechazo- no del todo atendidas- a las mismas, por el gobierno inglés, los colonos –dirigidos por personajes como Thomas Jefferson, George Washington, Benjamín Franklin, y otros- decidieron declarar su independencia el 4 de julio de 1776 y constituir el primer país libre del continente americano: Estados Unidos de América.


  

Las causas de dicha guerra se pueden entender a partir de los siguientes aspectos:

  
 
  • Las medidas que impuso a los colonos el gobierno inglés al concluir la Guerra de Siete Años con Francia.

      
  • La consolidación política, social y económica que los colonos lograron por las libertades que la Corona les había otorgado inicialmente, mismas que ya han sido esbozadas en líneas anteriores.

      
  • La influencia de las ideas de la Ilustración, a las cuales recurrieron los colonos para oponerse a las nuevas disposiciones y justificar la lucha contra la Corona inglesa. Recuerda que dichas ideas ya fueron referidas en la visión de conjunto de esta unidad de estudio.

        La Guerra De Independencia


    Esta guerra en América fue una extensión de la que se dio en Europa, como resultado de la rivalidad económica entre ambas naciones y los conflictos por la definición de los límites de sus posesiones coloniales al norte del continente americano. Con el apoyo de los colonos, las tropas británicas vencieron a las francesas, y por esa razón, Francia tuvo que ceder a Inglaterra la región de Canadá y a España la región de la Louisiana.  Inglaterra no sólo obtuvo una porción de territorio cuyo control deseaba ejercer aún en contra de las ambiciones e intereses de los colonos, también heredó un déficit financiero que quiso sanear mediante la imposición de medidas políticas y económicas que afectaban a aquéllos. Veamos:

      
     
  • La Proclama de 1763.- Impedía el acceso a los territorios ganados con la guerra, a fin de limitar las ambiciones de los colonos, disminuir el enfrentamiento con los indios e implantar una administración más rígida. Asimismo, se prohibió el comercio con las tribus establecidas en las fronteras. Especuladores de tierras, inmigrantes y comerciantes en general se enardecieron ante tales medidas; su natural crecimiento se veía obstaculizado. Más tarde, en 1774, esa proclama se reafirmaría con la Ley de Québec, por la cual la Corona redefinió los límites  territoriales establecidos.

      
  • Creación de numerosas leyes impositivas.- Consistió en el establecimiento de restricciones mercantiles y de cargas fiscales. Entre otras, la ley del azúcar (1764) por la cual se les prohibía la compra de azúcar a los franceses del Caribe, al mismo tiempo que establecía impuestos sobre la importación de textiles, café, índigo, vinos y otros productos. La ley monetaria (1764) prohibía a las colonias la emisión de billetes locales, mientras que  la ley del timbre o del papel sellado (1765) establecía un impuesto sobre publicaciones, documentos legales, manifiestos, licencias y otros documentos. La ley del hospedaje (1765) establecía que los colonos tendrían que hacerse cargo de la manutención de las tropas británicas, y las leyes Townshend  (1767) reforzaban algunas de las medidas anteriores y establecía nuevos impuestos a artículos de importación.

      
     

    Los colonos trataron de que las nuevas medidas no se aplicaran, alegando que el Parlamento inglés carecía de autoridad para legislar sobre ellos, puesto que no tenían representación política en él y contaban con sus propias instituciones representativas. Sucesivamente, solicitaron al Parlamento la derogación de esas medidas, organizaron boicots y embargos comerciales, formaron sociedades secretas, asociaciones locales y comités intercoloniales, entre otras acciones que fueron expresión concreta de los sentimientos de agravio, oposición e inconformidad ante la nueva situación. Escritores, políticos, publicistas y abogados hicieron su labor al apelar a las ideas de la Ilustración para defender sus demandas: Benjamín Franklin, Thomas Jefferson, Thomas Paine, George Washington, son algunos de ellos.

    Así transcurrió el periodo entre 1763 y 1770, cuando se  suscitó el hecho conocido en la historia de Estados Unidos de América como “la masacre de Boston”. Un grupo de trabajadores había protestado ante el local aduanal de Boston, resguardado por tropas inglesas, ocasionando una confusión que terminó con la muerte de cinco personas. La importancia del hecho estriba en que despertó sentimientos de unidad entre los colonos, que no veían atendidas sus peticiones al parlamento. De 1770 a 1773  prevaleció una tensa calma que definitivamente se rompió cuando los colonos arrojaron al mar una carga de té (el incidente llamado la Fiesta del té de Boston, 1773), como un acto más de protesta, aunque como respuesta la Corona impuso a un gobernador y dispuso que el puerto permaneciera cerrado, mientras no se pagase una indemnización por los daños ocasionados. Los ánimos de los colonos se radicalizaron, por lo que ellos consideraron a las leyes como “intolerables” y se reflejaron en la organización más intensa de la resistencia, así como en la reunión sucesiva de los congresos de Filadelfia, con representación de todas las colonias excepto Georgia. Entre las acciones de dichos Congresos sobresalen las siguientes:  

     LA CONSTITUCION DE LOS ESTADOS UNIDOS 

    La Constitución de los Estados Unidos de América 1787

    refer to caption

    La Constitución de los Estados Unidos de América, 1787, Artículo Uno

    English

    NOSOTROS, el Pueblo de los Estados Unidos, a fin de formar una Unión más perfecta, establecer Justicia, afirmar la tranquilidad interior, proveer la Defensa común, promover el bienestar general y asegurar para nosotros mismos y para nuestros descendientes los beneficios de la Libertad, estatuimos y sancionamos esta CONSTITUCION para los Estados Unidos de América.

     







    LA REVOLUCION FRANCESA
    https://www.youtube.com/watch?v=ttdq818TGD0 ( Resumen del video)

    La Francia de 1799 era totalmente distinta a la de 1789. En apenas una década, la Revolución había creado un estado completamente nuevo. De una monarquía absolutista se había pasado a una república. Ya no había súbditos, sino ciudadanos. La sociedad, antes capitaneada por aristocracia y clero, tenía ahora en la burguesía su motor principal. Tan irreconocible estaba la nación y tan ori­ginal era el modo en que se había organizado que hubo de remontarse a la Roma clásica para dar nombre a sus nuevas instituciones: Senado, Consulado, Tribunado, Prefectura...

    Las leyes y la economía, el arte y la ciencia, la educación, el ejército, el papel de la Iglesia, la administración territorial... todos los aspectos del estado habían cambiado respecto del Antiguo Régimen. E, inevitablemente, el modelo de esta renovación integral se tomó como ejemplo en aquellas otras latitudes en que también se perseguía la soberanía del pueblo en los asuntos colectivos, la libertad política y la igualdad ante la ley. Francia estaba de estreno tras el vendaval revolucionario y el mundo la miraba fascinado.

    La hora de la burguesía

    El establecimiento del régimen republi­cano en 1792 había abolido los privilegios de casta imperantes desde la Edad Media. Con la caída del máximo exponente de esta estructura feudal, el rey, desaparecieron derechos arbitrarios, como el contundente peso político de los nobles sobre el resto de la población. También se suprimieron los diezmos, esa parte de la cosecha que se destinaba como tri­buto a la Iglesia o a la Corona, y se eliminó la primacía de los hijos mayores en la herencia de las propiedades.

    La burguesía se convirtió en la gran beneficiada por el triunfo de la Revolución.

     TERCEROS

    Los grandes beneficiarios de estos cambios fueron quienes los habían provocado, los burgueses. En la práctica, la mejora de su situación se manifestó en una redistribución, favorable a su clase, del poder político y la propiedad privada. La posesión de bienes, libre de los condicionamientos señoriales, hizo que cualquier francés económicamente independiente fuese un elector y un posible miembro del gobierno del es­tado: un ciudadano.

    Así, la an­tigua estructura de la sociedad, vertical y estanca, dio paso aun activo esquema horizontal, donde cualquiera podía acceder a los cargos públicos y a la propiedad. El país galo, donde las tierras y las riquezas pronto estuvieron repartidas entre muchos más titulares que poco antes, se convirtió en el europeo con mayor cantidad de pequeños propietarios.

    Esta realidad socio económica tuvo su expresión política fundamental en la constitución de asambleas de representantes. Los ciudadanos, mediante elecciones, delegaban libremente su cuota de poder público en diputados que abogaban por sus intereses. Estas cámaras, lo mismo que sus homólogas en Estados Unidos, fueron los primeros antecedentes modernos de los actuales parlamentos democráticos.

    La ideología fraternal de la Revolución se dejó sentir con toda su fuerza en el tratamiento de las personas por parte de la ley.

    El mismo concepto igualitario se introdujo en la maquinaria impositiva. Tras la Revolución, el sistema fiscal se rigió por contribuciones equitativas de la ciudadanía, proporcionales a sus ingresos. El nuevo orden económico, fruto del concepto de una nación participativa, tuvo su reflejo en una institución fundada por Napoleón: el Banco de Francia. Todavía hoy encarna al estado galo en materia monetaria, crediticia y de tesoro público.

    El cielo, la tierra y el hombre

    La Revolución también replanteó las competencias de la Iglesia y el Estado, en el pasado compenetrados. Por un tiempo separó a este último de la religión, sobre la base de las libertades de culto, conciencia y expresión. Prueba de este nuevo enfoque fueron los derechos civiles que se concedieron a protestantes y judíos, antes marginados. O, tras el concordato firmado por Napoleón, el trato entre iguales entablado entre París y la Santa Sede.

    En el campo administrativo, ya en 1790 se había reordenado el territorio en un centenar de departamentos que barrieron la antigua división en señoríos. Los departamentos estaban re­gidos por un consejo general y un presidente, dos títulos de resonancias republicanas. En la era napoleónica –o de la consolidación revolucionaria– sumaron a su organigrama un prefecto. Era un delegado del gobierno central, que de este modo cohesionaba el te­jido burocrático del país, radial y con eje en la capital. La Francia actual mantiene esta disposición.

    Firma del Concordato entre la Francia revolucionaria y la Santa Sede, en el año 1801.

     TERCEROS

    Como no podía ser de otra forma, la ideología fraternal de la Revolución se dejó sentir con toda su fuerza en el tratamiento de las personas por parte de la ley. La igualdad ante la justicia, la presunción de inocencia, la asistencia de un letrado en los tribunales o el derecho de hábeas corpus (de libertad individual y de protección ante las detenciones arbitrarias) fueron manifestaciones patentes de la profunda transformación experimentada por el estado en temas procesales.

    El ejército no sufrió menos modi­ficaciones. Ahora lo integraban ciu­dadanos reclutados para defender la nación, no los intereses de la Corona. Si demostraban talento y valor, podían convertirse en oficiales, antes un privilegio de la aristocracia. Además, solían incorporarse a las fuerzas armadas mediante levas masivas, precursorasd el servicio militar moderno.

    Signos de una era nueva

    Una sociedad que impulsaba cambios tan radicales como los que desarticularon el Antiguo Régimen no podía ignorar la remodelación de la educación. La formación de las nuevas generaciones en los ideales revolucionarios era un asunto prioritario. Ya la Convención había establecido la escolarización obligatoria y gratuita. Los gobiernos sucesivos prosiguieron este camino para garantizar el acceso de todos los ciudadanos a los beneficios de la instrucción, antes reservada a los estamentos que podían costearse la enseñanza de forma privada.

    De igual modo, se estableció un profesorado seleccionado a través de exámenes, basado en el mérito intelectual, y no en las ventajas de la cuna o la fortuna. Se fundaron, por otro lado, instituciones como la École Normale, el Institut de France o la Universidad de Francia, determinantes en la preparación de investigadores y docentes tan capacitados como laicos.

    Los ecos de la Revolución propiciaron plataformas liberales que, en un momento u otro del siglo XIX, ma­nifestaron sus reivindi­caciones.

    También se abrió a las masas la gran cultura. Las obras de arte, antes enclaustradas para placer exclusivo de los poderosos que las encargaban, fueron expuestas a la ciudadanía en espacios acondicionados expresamente con ese fin. Había nacido el museo público. El más importante de ellos fue el Louvre, ubicado en una antigua residencia real de París, cuyos cuadros y esculturas fueron en otros tiempos patrimonio de monarcas y magnates.

    El arte del momento también se hizo eco de los nuevos tiempos. Con la Revolución triunfó el Neoclasicismo, que, con lienzos de Jacques Louis David o Jean Auguste Ingres y mármoles y bronces de Antonio Canova o Bertel Thordvalsen, imprimiría una monumentalidad grecorromana a los ideales republicanos y los héroes del día, Napoleón el primero.

    Los símbolos eran importantes. Había que borrar del inconsciente colectivo los signos de la época superada. Se había adoptado la bandera tricolor que añadía el rojo y el azul del blasón parisino al blanco de los Borbones, y se había dado carácter de himno nacional a La Marsellesa. El mismo año de la composición, dado que el rey no era válido como figura con que representar al estado nacido de la Revolución, se encarnó a la patria en Marianne, una muchacha de aspecto saludable tocada con un gorro frigio. Era la personificación de la República francesa.

    El eco de 1789 influyó en movimientos revolucionarios liberales como el encabezado por Rafael Riego en España en 1820.

     TERCEROS

    Por otra parte, el experimento galo influía notablemente en otros países. Lo hacía mediante la guerra, con las conquistas napoleónicas, o bien como modelo a seguir por aquellos pueblos que pretendían sacudirse de encima una corona o independizarse de una metrópoli. La burguesía europea tomaba buena nota de los progresos obtenidos en Francia. También las colonias españolas en América aprendieron la lección.

    En el primer caso, los ecos de la Revolución propiciaron plataformas liberales que, en un momento u otro del siglo XIX, ma­nifestaron sus reivindi­caciones. El año clave fue 1848, cuando las poblaciones de diversos países se levantaron en armas contra sus jerarcas para lograr avances democráticos que rompieran los lazos serviles heredados de la Edad Media. Pero el coletazo revolucionario también pudo sentirse previamente, por ejemplo en la España de 1820. El general Riego, cabeza militar del movimiento, acabó ejecutado, pero antes consiguió que el absolutista Fernando VII jurara la Constitución gaditana de 1812 (aunque la rechazara luego).

    La propia Francia volvió los ojos a su historia reciente cuando en 1830 se alzó contra el desfasado despotismo de Carlos X. Los resultados logrados en Hispanoamérica fueron más extremos y perdurables. Las corrientes libertadoras protagonizadas por Simón Bo­lívar en el norte o por José de San Martín en el sur actuaron inspiradas en cierto modo en la guía práctica que supuso la Revolución Francesa para los republicanos de todo el mundo.

    La Declaración del Hombre y del Ciudadano del año 1789.

     TERCEROS

    Aprovechando los efectos de la invasión napoleónica de la península ibérica, arremetieron desde los primeros años del siglo XIX contra el poder colonial. Así se consiguió la independencia de la Corona española en territorios que, además, se constituyeron en repúblicas. La luz revolucionaria iluminó ese amplio proceso de emancipación igualitaria.

    De algún modo, el ciclo iniciado en Francia en 1789 continuó proyectándose en el siglo XX con las revoluciones rusas de 1905 y 1917 o la mexicana de Zapata y Pancho Villa. Y la estela de la Bastilla se prolonga hasta la actualidad, cuando las democracias modernas se reconocen hijas, o al menos nietas, de la Revolución Francesa. Lo mismo sucede con algunas recientes demandas indigenistas y con toda reivindicación de autodeterminación y justicia social.

    Incluso el concierto internacional que encarna la ONU puede considerarse deudor del ideario de la libertad, la igualdad y la fraternidad. La Declaración de los Derechos del Hombre adoptada en 1948 tuvo un valioso borrador en la del Hombre y del Ciudadano de 1789. No en vano, la historiografía marca el ciclo revolucionario como división entre Edad Moderna y Contemporánea, entre la del absolutismo y la de la igualdad.

    LA CRISIS DE 1789

    (A) Situación política: El pueblo francés ya estaba cansado y no confiaba en la sociedad de órdenes, tal como existía hacia finales del Siglo XVIII y tal como más o menos venía repitiéndose desde hacía cientos de años, puesto que en los hechos había derivado en una clase privilegiada (la nobleza) demasiado rica, con muchos poderes, y poco numerosa, que confrontaba con una mayoría de la población (el llamado estado llano), que era extremadamente pobre, y que tenía muy pocos derechos.12

    (B) Situación económica: Francia había sufrido, durante los años que precedieron a 1789, numerosas sequías y heladas, lo que había arruinado varias cosechas. No obstante esa penosa situación, los agricultores debían cumplir con sus obligaciones fiscales, independientemente de los rendimientos agrícolas obtenidos. Y poco a poco, y año a año, la situación se transformó en insoportable, pues en los campos y en ciertos sectores de las ciudades, la desnutrición y aún la muerte por inanición, pasó a ser algo relativamente corriente.3

    (C) Mundo de las ideas:4​ Acciones de filósofos y enciclopedistas, así como acontecimientos internacionales (como por ejemplo la independencia estadounidense), también aportaron lo suyo, dando base teórica a la necesidad y posibilidad de instrumentar cambios; burgueses y aún nobles liberales, instruidos y de buen nivel cultural, hicieron sus contribuciones en cuanto a difusión de ideas nuevas y en cuanto a convincentes y encendidos discursos.5

    (D) Situación social: Como resultado del devenir económico y de la rigidez de la estructura política que acaba de ser presentada, el pueblo aspiraba a mejorar su propia y penosa situación, ya que no podía tolerar ni soportar más una sociedad tan injusta y tan rígida, que los conducía a la extrema pobreza y al hambre.5

    El agitado período prerrevolucionario de 1788-1789 desembocó en una verdadera movilización popular en la primavera de 1789, en la que la redacción de los cuadernos de quejas y la preparación de los Estados Generales en marzo-abril de 1789 impulsaron un mayor deseo de justicia social y de implicación política de las clases populares. Cuando se abrieron las sesiones de los Estados Generales en mayo de 1789, ya estaba en marcha una revolución política y jurídica que se concretaría en la creación de la Asamblea Nacional, convertida al poco tiempo en Asamblea Nacional Constituyente. Finalmente el 14 de julio de 1789, la Toma de la Bastilla, un cuartel-cárcel símbolo de la justicia arbitraria y del despotismo, marcaría simbólicamente el final del absolutismo.6

    LOS ESTADOS GENERALES

    Los Estados Generales constituían en la Francia del Antiguo Régimen una asamblea o junta magna que convocaban los reyes para, con carácter excepcional, tratar asuntos urgentes, fundamentalmente de índole legal o financiera, como era recabar impuestos extrarodinarios.

    Creados a comienzos del siglo XIV, se habían reunido en contadas ocasiones, la última vez en 1614. En ellos estaban representados los estamentos feudales divididos en tres brazos: la Nobleza (primero), el Clero (segundo) y el resto de los súbditos (el tercero).

    Sus representantes (diputados) eran elegidos mediante asambleas, y cada una de éstas aportaba unos documentos denominados “cuadernos de quejas”, en francés “cahiers de doléances”, donde se detallaban sus problemas y aspiraciones.
    Las decisiones se tomaban por brazos, es decir, cada uno de éstos, tras las correspondientes deliberaciones, aportaba un voto.

    El 5 de mayo de 1789 se reunió la asamblea en Versalles, convocada por Luis XVI a instancias de su ministro Necker con la pretensión de resolver la crítica situación por la que atravesaba la Hacienda francesa. Los diputados sumaban un total de 1.138 individuos, repartidos de la siguiente manera: 270 por la Nobleza, 291 por el clero y 577 por el Tercer Estado, con lo que los diputados de éste último igualaban los de los dos primeros.

    Lejos de tratar los asuntos para los que originalmente habían sido convocados, los diputados se enfrascaron durante largas sesiones en cuestiones de procedimiento. Los del Tercer Estado reclamaban que las reuniones tuviesen lugar en una misma sala y no por separado, a lo que se oponían los otros dos.

    Ante la imposibilidad de llegar a acuerdos, los diputados del Tercer Estado, reunidos en una autodenominada Asamblea Nacional en el frontón de Versalles (Juego de la Pelota), juraron no disolverse hasta redactar una constitución para Francia ("Juramento del Juego de la Pelota").

    LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE

    La Asamblea Nacional y la Asamblea Constituyente (1789-1791)

    Frente a las presiones para que la Asamblea Nacional se disolviese, el 20 de junio de 1789 los diputados juraron no hacerlo hasta elaborar una Constitución para Francia (Juramento del Juego de Pelota) . Desde ese instante la Asamblea Nacional se transformó en Asamblea Constituyente. A los intentos del monarca por reprimir una insubordinación que cuestionaba el orden establecido respondió el pueblo de París con el Asalto a la Bastilla, una cárcel estatal que representaba la odiada autoridad del rey (14 de julio). Las revueltas se extendieron rápidamente por todo el territorio francés.


    Asalto a la Bastilla

    La Asamblea Constituyente realizó la siguiente labor:

    1. Abolió los privilegios feudales y la sociedad estamental. 

    2. Declaró los Derechos del Hombre y del ciudadano, la soberanía nacional, la libertad e igualdad de los hombres, principios que se formalizaron en la primera constitución francesa, cuyo precedente inmediato fue la estadounidense de 1787. 

    3. Redactó la Constitución Civil del Clero, que suponía la formación de una Iglesia nacional desgajada de la obediencia del Papa. Esta medida provocó la consiguiente división del clero en dos sectores: los “juramentados” (que se atuvieron a la norma) y los “refractarios” (reacios a acatarla).

    4. Promulgó la Constitución de 1791, ley fundamental que organizaba la vida de Francia y en la que se contempló la soberanía nacional, la división de poderes y el sufragio censitario

    La Asamblea Nacional ponía la Revolución en manos de los sectores moderados, los girondinos. Con ella Francia dejó de ser una monarquía absoluta y se organizó como una monarquía de carácter limitado y constitucional.

    LA CONVENCION

    La Convención Nacional (1792-1794)

    La Asamblea Legislativa fue reemplazada mediante sufragio universal por la Convención Nacional. Ésta abolió la monarquía e implantó una República.

    La Convención contó en su seno con varias tendencias articuladas en los siguientes grupos:

    Los Girondinos (Brissot). Representantes de la alta burguesía, partidarios de controlar con moderación el proceso revolucionario e incluso, pese su republicanismo, transigir con la monarquía. Constituyen la derecha revolucionaria.

    Brissot
    Brissot

    Saint-Just
    Saint-Just
    Los Jacobinos (Robespierre, Saint-Just). Representantes de la burguesía media. Apoyados por los sans-culottes (clases populares, artesanos y obreros) y la Comuna de París (eran centralistas), evolucionaron hacia posturas cada vez más radicales.
    Aún más exaltados que los jacobinos, eran los "cordeliers" (del cinturón de cuerda que integraba el hábito de los frailes en cuyo antiguo convento se reunían). Figuras destacadas de este grupo fueron Hébert, Danton y Marat.
    Marat
    Marat
    Junto con los jacobinos integraban la llamada "Montaña", el grupo más intransigente de la revolución

    La Llanura (que comprendía la mayor parte de la Convención) fluctuaba entre ambos grupos.

    Dos etapas configuraron este período

    Ejecución de Luis XVI
    Ejecución de Luis XVI
    La girondina (septiembre de 1792-junio de 1793). Mientras duró, la Convención estuvo dominada por los moderados girondinosSe venció a los prusianos (Valmy), pero la presión de los radicales jacobinos forzó a la ejecución del rey (enero de 1793), lo que avivó la ofensiva europea, encabezada por Inglaterra.

    La jacobina (junio de 1793-julio de 1794). En esta fase los más exaltados se hicieron con el poder desbancando a los girondinos, que fueron perseguidos y muchos de ellos ejecutados. Entre los nuevos dirigentes sobresalió la figura de Robespierre. El Comité de Salud Pública se convirtió en el verdadero órgano de gobierno de la Convención. A través de un Tribunal Revolucionario se implantó un “Régimen de Terror” durante el cual fueron guillotinadas más de 16.000 personas, entre ellas, incluso significados líderes nada moderados, como Danton o Hébert. 

    Robespierre
    Robespierre

    El Régimen del Terror
    El Régimen del Terror

    En julio de 1794 (mes de termidor según el calendario revolucionario), un golpe de estado protagonizado por los diputados centristas (la Llanura) depuso a Robespierre y mandó ejecutarlo. El ascenso revolucionario quedó interrumpido y Francia se adentró en una etapa moderada.

    El Periodo del Terror y el Directorio

    El Terror francés fue un periodo entre 1793 y 1794 caracterizado por los cambios centrados en la violencia de la Revolución francesa. Un periodo que destacó por las medidas de carácter impositivo, que se verían obligados a tomar los miembros de la Convención Nacional, con el fin de hacer frente a todos los peligros (interiores y exteriores) que amenazaban la revolución.

    ¿Cómo se organizaba el Gobierno del Terror?

    Durante este Gobierno del Terror, Reinado del Terror o simplemente Terror, se crearían tres organismos. El Comité de Salud o Salvación Pública era el encargado de concentrar los poderes civiles y militares. A raíz del mismo se decretaría la leva en masa, debido a que según el mismo organismo, los franceses debían estar permanentemente al servicio de los ejércitos hasta que sus enemigos fueran expulsados fuera de los territorios de la república.

    También se crearía el Comité de Seguridad General, encargado de buscar sin descanso a todos los enemigos de la Revolución.

    Ser “enemigo” de la Revolución no significaba estar en contra de ella. A este organismo le valdrían por igual aquellos ciudadanos que, aun no habiendo hecho nada en contra de la libertad, no habían hecho tampoco nada por ella. De esta forma, y siguiendo estos criterios de selección tan amplios, se ejecutaría a muchísima gente inocente en la guillotina. Por este preciso motivo se le conocería como época del terror, pues no es de extrañar que cualquier ciudadano sintiera miedo por perder su vida en estos días.

    Este último órgano estaba estrechamente relacionado con el Tribunal Revolucionario, que sería el encargado de juzgar a los acusados, sin apelación, condenándolos en la mayoría de los casos a morir.

    Medidas del Gobierno del Terror

    Todos estos organismos darían lugar a una serie de medidas. En materia económica, por ejemplo, se impondría un impuesto de la fortuna, confiscación de las tierras de los “enemigos del pueblo” así como de los sospechosos o las perquisiciones en los dominios de los banqueros.

    El objetivo era el aprovisionamiento de la ciudad de París y su ejército, con el fin de evitar una insurrección popular. Por este motivo se tomaron también otras decisiones previas como recurrir a la pena de muerte para luchar contra los acaparadores o la prohibición de sacar capital fuera del país así como el cierre de la Bolsa.

    Aunque evidentemente las medidas económicas, así como las detenciones y ejecuciones, son los aspectos que más destacan de esta época del Terror. Lo cierto es que en materia social y cultural también se realizarían otro tipo de medidas.

    En materia social, se encargarían de abolir la esclavitud, disminuir el plazo de transición entre un divorcio y el nuevo matrimonio, reparto equitativo en las herencias y supresión de los privilegios de los primogénitos, reparto de los bienes comunales o censo de los indigentes que percibirían ayudas de los bienes confiscados entre muchos otros.

    Asimismo, en materia religiosa y cultural se iniciaría la supresión de las congregaciones, la supresión de las universidades y academias, la creación del calendario republicano, una auténtica campaña de descristianización o la censura de los teatros parisinos “recomendando” obras patrióticas entre muchas otras.

    En el próximo capitulo estaremos hablando de la Revolución industrial, cuando terminemos ese tema , enviamos el trabajo Mil gracias. POR AHORA MEMORICE, ESTUDIE Y REPASE LA REVOLUCION FRANCESA  Y LA INDEPENDENCIA DE LAS TRECE COLONIAS..


    Actividades De Etica ( Semana Del 13 16 de octubre).

    TEMA: Mi aporte A La Justicia En mi entorno

    Profesora: Judith Martinez

    Lee el siguiente texto y responde a las preguntas posteriormente

    "Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas,sino vivir en una forma que respete y mejore la Libertad de los Demás"  Nelson Mandela"

    NORMAS LOCALES Y NORMAS GLOBALES 

    En todos los países del mundo existen ciertas normas . En Japón, China y otros países de Asia ,por ejemplo , cuando una persona entra a una casa se retira los zapatos ; allí las  muestras de afecto en publico se consideran indecorosas . En algunos países árabes se reprocha que las mujeres conduzcan vehículos, y a los ladrones se les corta la mano ; en Egipto y Arabia Saudí , se trasplantan normas religiosas como leyes estatales , aunque la mayoría de países , tienen un estado no confesional  o laico y se promueve la libertad de cultos . Finalmente en los Estados Unidos aun se castiga con la pena de muerte ; sin embargo en Latinoamérica esta sanción no se aplica .

    Tanto el origen como la permanencia de una norma dependen de su sentido y utilidad , es decir , para que pueda servir , que cosas impide y genera . Por ejemplo con la pena de muerte se pretende prevenir delitos y Crímenes somo el asesinato , lo cual es una contradicción para los Latinoamericanos .

    De esta forma cada sociedad y cada individuo incorporan a su propia vida social e individual la norma o la modifican , según las concepciones de lo Justo e injusto , de lo correcto o incorrecto . La modificación o apropiación de cada regla esta ligada a lo que se aprende en cada experiencia.

    Para que existen las normas y las Reglas?

    Las normas y reglas permiten la organización social,si no existieran , las relaciones humanas serian caóticas. Existe una norma universal que es No Matar. es una regla que se nos inculca desde muy pequeños; sin embargo hay personas que atentan continuamente contra la vida de alguien , por esta razón existen castigos y sanciones para los que no la respeten  . Imaginate como seria la convivencia con los demás sino existieran esas normas !

    Una necesidad , un motivo o una experiencia negativa son el motor que han impulsado la aparición de una norma. 

     A veces los contextos determinan las normas , por ejemplo la ley afirma que la agresión a otra persona puede ser sancionada con cárcel o con una multa, pero si fue en defensa personal el contexto cambia y ahí cambia la penalización.

    De acuerdo a la observación aprendemos a actuar a favor o en contra de una norma . Cuando observamos modelos de conducta  correctos aprendemos a comportarnos en sociedad y los amigos, vecinos y demás ciudadanos, nos respetan y podemos enseñarles con nuestro ejemplo mas que con palabras a construir una sana convivencia, 












    https://www.youtube.com/watch?v=C4d32kccCXs
    https://www.youtube.com/watch?v=fD1EgByOoCo
    Estos videos permiten completar la explicación






    La flexibilidad De La Norma
    Este trabajo se debe entregar únicamente en la semana del 13 al 16 del 2020. Recuerde que es el segundo logro de etica y religion 

    1) De acuerdo al anterior texto y a lo que ya hemos explicado en otras oportunidades en que contexto seria peligroso seguir las normas literalmente o al pie de la letra? Explique un caso, donde estaría el peligro y porque la norma no se podría aplicar por el peligro que acarrearía?. Puede extraer el ejemplo de una noticia o de internet.

    2) Hacer excepciones a la norma en el contexto afecta a otras personas  Si -------   No------- Porque -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    3) Mencione, explique 4 normas , bajo las cuales vives en este momento.

    4) El anterior texto menciona que una norma aparece por un motivo o una experiencia negativa. Cita un caso que haya ocurrido en tu barrio o en en tu familia que haya sido negativo y que dio origen a una norma que mejoro las cosas. Explica bien  lo que se solicita.

    5) Reflexione correctamente sobre las normas que rigen hoy tu vida y comprométete a ser un modelo y aplicación de esas reglas .
    Menciones las tres principales reglas que usted cree podrían mejorar la convivencia en su hogar, en el colegio y en su comunidad , ahora firme lo siguiente:

    Yo -----------------------------  ------------------------------------------------me comprometo a ser un modelo y ejemplo para las personas con las que comparto cotidianamente , en los distintos ámbitos , aplicando asiduamente la siguiente regla de vida ( Aquí escoge de las tres anteriores la mas importante para ti )
    ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------En constancia ,firmo que siempre mejorare esta regla

    ----------------------------------------------------------------------.







































       

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